Un legado familiar de excelencia desde 1860
La familia Lemaire cultiva la viña en Hautvillers desde 1860.
En 1945, Roger-Constant fundó la casa que hoy lleva su nombre, con la convicción de que cada vino debe reflejar la identidad de su terroir.
Desde entonces, varias generaciones se han sucedido para transmitir la pasión por la viña y la exigencia de un trabajo preciso, siempre con respeto por la naturaleza y las tradiciones del champagne.

Una historia de familia…
Descubra la importancia de cada uno a lo largo de los años: quiénes fueron y qué huella dejaron para crear este patrimonio único.

La 1.ª generación
Désiré Lemaire
Jardinero y poeta, Désiré Lemaire fue el primero en creer en este terroir.
Fue en Hautvillers, cuna histórica del champagne, donde adquirió sus primeras tierras y sentó las bases de una aventura familiar destinada a perdurar.

La 2.ª generación
Maurice Lemaire
Su hijo, Maurice, decidió convertirse en viticultor.
Desarrolló la propiedad adquiriendo nuevos terrenos y se dedicó a la producción de uvas, consolidando así la herencia de su padre.

La 3.ª generación
Roger-Constant Lemaire
Visionario y apasionado, Roger-Constant marcó un punto de inflexión decisivo.
Formado en Moët & Chandon, donde trabajó durante 9 años, allí desarrolló un savoir-faire único, complementado por un enólogo reconocido.
En 1945, movido por el deseo de crear su propio estilo, se estableció por su cuenta para fundar su casa y elaborar sus primeros champagnes.
Se convirtió en un precursor de la diversificación de las cuvées.
La 4.ª generación
Gilles Tournant y Brigitte Lemaire
Brigitte, hija de Roger-Constant, y Gilles, hijo a su vez de un viticultor, ampliaron la propiedad a 12 hectáreas.
Gilles, formado por Roger-Constant, a partir de los años 2000 dio una nueva orientación a la Maison al optar por suprimir la fermentación maloláctica, una decisión audaz que marcaría la identidad de nuestras cuvées.

La 5.ª generación
Guillaume y Sébastien Tournant-Lemaire
En la actualidad, la quinta generación, hijos de Gilles y Brigitte, continúa la aventura.
Guillaume, viticultor desde 2012, vela con exigencia por perpetuar las tradiciones mientras prepara el futuro.
A su lado, su hermano Sébastien, director de exportación y copropietario, hace brillar el nombre Roger-Constant Lemaire en todo el mundo.
Juntos encarnan la alianza entre la fidelidad al terroir y la apertura al ámbito internacional.

